El Museo de Arte Contemporáneo de Vigo es uno de los mayores ejemplos que podemos encontrar en esta ciudad, si nos referimos a antiguos edificios que han sido restaurados y convertidos en Patrimonio Histórico a nivel local, considerando que antiguamente el recinto funcionaba como cárcel, y que por estos días es uno de los principales centros culturales a nivel regional, con cientos de visitas cada día.
La historia cuenta que buena parte del edificio que podemos ver hoy en día, y en el que se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo, fue inaugurada en el año 1861, y que un siglo más tarde, cuando se pensaba derribar el establecimiento para levantar en el mismo sitio una plaza arbolada, los arquitectos Álvaro Siza Vieira y Javier Sainz de Oinza presentaron el proyecto para la construcción de este centro cultural, que sería asignado finalmente en 1990 por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia, que le declararía “Bien de Interés Cultural”.
En su interior, el Museo cuenta con una planta de forma hexagonal aunque irregular, la cual posee a su vez cuatro salas de mayores dimensiones que las demás, todas las cuales tienen techos de cristal, producto de que antiguamente eran patios internos, y también podemos encontrarnos una plaza central, donde se ubicaba la capilla de los reclusos.
Además, también es muy interesante observar su fachada principal, que da directamente a la calle Príncipe de Vigo, como se denomina ahora a la antes conocida carretera de Orense, y destacando la misma por ser extremadamente esbelta, y por el imponente zócalo que la recorre en casi toda su extensión.
Las exposiciones temporales del Museo Contemporáneo son una de las grandes razones por las que turistas se acercan en cualquier momento del año a sus instalaciones. El lugar puede ser visitado de los días martes a sábados, desde la mañana y hasta entrada la noche, y también los domingos, aunque en este caso sólo hasta media tarde.