La Concatedral de Santa María de Vigo

También conocida como la “colegiata de Santa María”, la Concatedral de Santa María de Vigo es uno de los más atractivos sitios que podemos visitar dentro del denominado “turismo religioso”. Concretamente, se trata de uno de los templos católicos más importantes del territorio español, ubicado en Galicia, y compartiendo la sede de la diócesis de Tuy-Vigo con la catedral de Tuy.

La construcción de este recinto comenzó a principios del siglo XIX, aunque también existen pruebas de la existencia de una iglesia, o al menos una construcción avocada a Santa María en la propia ciudad desde al menos el siglo XII. Ya en el mismo sitio donde se ubica en la actualidad, se conoce de una capilla construida alrededor del siglo XV, siendo destacada como “colegiata” por primera vez en junio de 1497.

Sin embargo, y tras sufrir una serie de reformas y saqueos a lo largo de la historia, a comienzos de 1811 se iniciaría ya de una manera definitiva la construcción del edificio. La obra fue adjudicada a Melchor de Prado y Mariño de la Real Academia de San Fernando, quien decidió utilizar un estilo básicamente neoclásico. De todos modos, aunque el conjunto arquitectónico es de estilo neoclásico, las torres de la catedral si podrían considerarse de estilo barroco.

La Concatedral de Santa María cuenta con algunos espacios muy reconocidos como parte de su estructura. Entre ellos destacan principalmente sus capillas, como por ejemplo las de Santa Ana, del Rosario, del Ángel, una dedicada a Gregorio de Paços, otra a San Bartolomé, San Juan y Santiago.

Después de sus recientes remodelaciones, al término de la Guerra de la Independencia, este recinto fue robustecido en muchas de sus bases, aunque la fachada continúa presentando una vista sencilla y totalmente simétrica de frente. En el interior podríamos destacar el retablo de tipo churrigueresco que se encuentra junto al altar mayor.

En definitiva, una bonita construcción de la ciudad de Vigo que bien merece la pena ser visitada.

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